La máquina de coser es un invento que ha revolucionado el mundo de la moda. El primer intento que se conoce de una máquina de coser vino de la mano del alemán Charles Fredrick Wiesenthal.
A Wiesenthal se le concedió la patente para una aguja con un ojo en un extremo. Dicha aguja pasaba a través de la tela por unos dedos mecánicos. Este primer intento tuvo sus limitaciones como que el hilo tenía que ser corto, por lo que había que renovar constantemente su existencia.
Otra máquina de coser fue patentada en el año 1790 por el británico Thomas Saint. Su máquina podía coser tela y piel usando un solo hilo y hacía una puntada en cadena.
Otra forma era la colocación de un hilo por el agujero, de esta forma la aguja llevaba el hilo hacia la parte baja de la máquina, luego un gancho cogía el hilo y lo llevaba hacia delante con cada puntada. Lamentablemente esta máquina fue siempre un prototipo.
No fue hasta 1829 que se fabricó la primera máquina de coser. Su inventor fue el francés Barthélemy Thimonnier que ejercía de sastre. Su máquina utilizaba una aguja que parecía un gancho. Esta se movía mediante un pedal y hacía la puntada en cadena. El francés instaló unas 80 máquinas en una empresa de costura, pero los sastres parisinos hicieron que quebrará y murió pobre en Inglaterra.
Mientras que la primera máquina con puntada cerrada apareció en 1834. su inventor fue Walter Hunt, su máquina contaba con una aguja que tenía un ojo en la punta, esta no se patentó y cuando Hunt quiso hacerlo, su petición fue anulada ya que abandonó por mucho tiempo su proyecto.
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